miércoles, 4 de julio de 2007

Capítulo V - La sal de mis lágrimas


Conocí a otro hombre (en realidad él fue el primer hombre al que conocí), el cual me guió, me impulsó a desprenderme de mi propio dolor al poder contemplarlo. Me dio instrumentos suficientes para expresarme. Cantábamos y llorábamos juntos, tan inseparables como el dolor y el arte. Él fue el que me enseñó a llorar correctamente.

Yo solía llamarlo cuando mi alma desbordaba por mi cuerpo- cuando ya no cabía más información que detestar. Él venía, sonriendo trágicamente. Yo lo recibía, con esa boca que gritaba "¡No me dejes! ¡No te vayas! ¡No me uses! ¿No ves que te pertenezco? ¿No comprendes que te necesito- que te extraño- que te anhelo- que te quiero- que te admiro- que te aprecio- que te preciso a mi lado? ¡Quédate, por favor!". Es obvio que no aprendí nada de él: no correctamente; por tanto, aun no lloro correctamente.

Él no podía responder a mi patético ruego otra cosa que "me quedaré toda la noche, deseando un futuro repleto de belleza a tu lado". Esa noche se convirtió en una vida... De hecho, aun creo que sigue estando aquí. Él me consolaba con sus hermosas palabras, y me juraba paz eterna con cada verso de cada poesía.

¿Por qué no pude comprender, en ese momento, que la paz nunca es eterna? ¿Eso no me prevendría de todo daño que él me causara? Supongo que sí. Es muy cruel la decepción...

Así como sonrió trágicamente por centurias, una vez, solo sonrió. Y esa fue la mueca más trágica que haya visto jamás. Él me dijo "Muy bien, pequeñita, ya es hora de que des tus frutos. Mi cariño no hará más que estancarte en tu dicha. Ya comprendes las razones y comprendes los motivos, y yo quiero dormir lo que en todas estas noches me has robado". Así me dejó sola, esperando de mí, la belleza que él solía derrochar.

A veces creo que fue un sueño; a veces, creo que fue parte de mis propios deseos. A veces, creo que lo único que debería haberle dicho, debería haber sido un simple (y a su vez tan complejo) "te amo". Tal vez, de ese modo, no hubiera necesitado escalar hacia la felicidad. Y él no hubiera necesitado escapar hacia su propia muerte...


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"Feeling lonely and content at the same time

I believe,

Is a rare kind of happiness..."

Quisiera poder ver la luz en el tunel, la magia en la soledad, la felicidad en la muerte..






Pero hoy solo puedo ver la soledad en la muerte...




1 comentario:

Anónimo dijo...

Cheers to the poet!!