lunes, 5 de marzo de 2007

Conversación entre Hera y Zeus

H- Y aquí estamos, otra vez, Zeus, luchando descaradamente por sobrevivir, clavando puñales de rencor justo donde duerme el dolor…

Z- Hera, amada esposa, llena de virtud, repleta de belleza, sabes bien que no hay mujer mas bella e imponente que tu. Lo dicen mis ojos que todo lo ven… Hera, mía, soñada perfección, eterna luz de mi placer, sabes muy bien que mi amor así como tu belleza, nunca se apagará.

H- Tus palabras solo palabras son, tan soberbias, vid amia, tan soberbias… No deberían sentirse capaces de predecir nuestro futuro… Pero lo hacen… Y no reparan en cuanto se equivocan.

Z- Mis palabras son sinceras, si es que tus oídos no te engañan… Jamás ha existido, en el universo, amor superior al nuestro.

H- Bien sabes que para nosotros un universo es un instante. Y no puedes jurarme que no caerás ante la incomparable belleza de Afrodita, a su firme piel y eterna juventud. Antes que arriesgarme a perecer ante ella, prefiero que me jures, pereceré ante la sabia Atenea o la fuerte Artemis.

Z- Hera, realmente no se que es lo que puedo hacer, decir sentir para hacerte sentir bien… Tu luz, tu brillo, Hera, alumbran las penumbras del infierno, tal es su poder. Tu fuerza de espíritu impulsa a todo un sentimiento con tu amor por la vida… Tu amor por la vida, Hera, tu amor por la vida me hace olvidar a la misma muerte, pues se que mas allá seguiría viviendo a través de tu bendito recuerdo… Dime si no eres más bella que Afrodita, más fuerte que Artemio y más sabia que Atenea. Eras la fusión perfecta de las cosas hermosas de este existir, la belleza cotidiana que me hace despertar y la intensidad diaria que me hace dormir. Eres todo para mi, Hera, y lo entregaría todo por ti…

H- Desearía poder expresar mis emociones con palabras, pero has fallado al crear las palabras perfectas para mí… Has fallado, Zeus, has fallado… Lo que necesitaba, vida mía, era saber que somos imperfectos, y lo has logrado… Al fin y al cabo, no somos más que creaciones humanas…

01.10.06

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Una crítica a la actual sociedad de consumo y a la decadencia a la que nos exponemos al comprar solo un envase.
Hera ruega a su esposo que si va a dejar de amarla, sea porque ama a alguien intelectual o emocionalmente superior, y no porque ama a Afrodita, diosa de la "belleza", si es que realmente podemos denominarla asi.

3 comentarios:

Jeffry O'Nassto dijo...

ea!, blog nuevo, cosas viejas

Anónimo dijo...

muy lindo einsaaaaammmmm!!!!
y si, posta sos la promesa de la literatura argentina (no lo digo de buena q soy eh, lo digo psota psota!!)
en fin segui ponendo cositas para q tus fans te leamos
muchos saludos
mili =)

Anónimo dijo...

ya lo lei ese y como no soy alguien tan inteligente como para hacer alguna critica o algo asi te digo que te quiero asi: de aca(


































) <=== hasta aca